WITOLD SZABLOWSKI
Durante cientos de años, los gitanos búlgaros entrenaron osos para que bailaran, integrándolos en sus familias y llevándolos de gira por las carreteras. A principios de este siglo, con la caída del comunismo, se vieron obligados a liberarlos en un refugio de vida silvestre. Sus relatos haciendo autostop en Kosovo mientras se declara su independencia, durmiendo en la Estación Victoria de Londres junto a una mujer polaca sin hogar o llevando en taxi a cubanos que temen por la vida de Fidel Castro, ofrecen un fascinante retrato de la agitación social y económica, y una mirada a los desafíos de la libertad y la seducción de los Gobiernos autoritarios.