Fleur Jaeggy
En el conjunto pintoresco de los humanos, Lung participa de una especie aparte, mimetizada y poderosa, los neutrales. Su poder es real y el libro lo demuestra. Frente a Lung, la joven protagonista de esta novela, los médicos, y no sólo ellos, se quedan perplejos: Lung nunca ha abandonado la costumbre de meterse el dedo e n la boca, contesta a las preguntas mostrando el esmalte de las uñas y relata lúcidamente, con ligereza, los hechos de su vida; pero la claridad es sólo aparente y resulta fácil extraviarse entre sus palabras, por otra parte escasas; en cuanto a los hechos, podrían darnos escalofríos si no nos distrajera el tono ágil, desconsiderado y preciso de la narradora.