Daniel Mella
Durante uno de los veranos más tormentosos que se recordarán en las costas del Uruguay, muere Alejandro, 31 años, salvavidas, alcanzado por un rayo mientras dormía en una casilla en Playa Grande. -Tendría que haber sido yo-, dice el protagonista, el hermano mayor, el pesimista, y no Alejandro, que vivía la vida como quería, como venía, que explotaba de felicidad. Así comienza este relato en el que la memoria se entrecruza con la ficción en una exploración del vínculo fraternal y el duelo en el seno íntimo de una familia. Un viaje que lleva al narrador a enfrentar lo más oscuro de sí: sus obsesiones, sus perversiones, sus mezquindades, pero también aquello que puede redimirlo, la literatura.