JACOBO SIRUELA
El Palacio de Liria es, después del Palacio Real, el edificio particular de Madrid más importante del siglo XVIII. Su arquitectura introduce en la ciudad el nuevo gusto neoclásico, que, si bien había sido inaugurado en España por el Palacio de Oriente y La Granja, en Liria tiene una impronta cercana a los debates estilísticos parisinos de la época. Pero al margen de su excelencia arquitectónica, lo que realza verdaderamente un palacio es la colección artística que alberga, y sus gruesos muros de granito custodian desde hace siglos una notable colección de cuadros de las escuelas italiana, flamenca y española.