Pedro Azara
u003cbru003eEstamos acostumbrados a la omnipotencia del arquitecto; su divinización, sin embargo, se remonta a los inicios de la historia. En Mesopotamia, Enki, uno de los tres grandes dioses del panteón sumerio, era considerado como un dios-arquitecto encargado de ordenar el mundo y de enseñar a los hombres a proseguir esta tarea, componiéndolo y habilitándolo.u003cbru003eu003cbru003e A través de la figura y de las acciones de Enki, en especial en el campo de la arquitectura, descritas en diversos mitos, este ensayo trata de valorar el imaginario arquitectónico y urbano mesopotámico, quizás no tan alejado del nuestro.u003cbru003e