MAUPASSANT, GUY DE
Abrumado por las multitudes que acuden a París con ocasión de la exposición universal de 1889, el escritor francés decide huir a lugares más tranquilos. El viaje le lleva en primer lugar hasta Italia, por mar, en busca de arquitecturas más viejas. Su recorrido en velero por la costa italiana nos deja magníficas estampas de Génova, Florencia, Pisa o Nápoles, además de muchos otros rincones descritos con una mirada irremediablemente personal.