JOHN BANVILLE
La familia Godley se ha reunido en Arden, su finca, en medio de una verde campiña, cerca de un antiguo lugar sagrado y de las vías del tren. Han venido porque el vieu00adjo Adam Godley, un respetado y exaltado matemático, se está muriendo. Le acompañan Ursula, su segunda esu00adposa, madre de Adam y de su hermana Petra, y Helen, la mujer del joven Adam, bella como la homérica Helena. Y también están Ivy Blount, la última aristócrata del luu00adgar, que ahora es la criada de la familia, y Duffy, un campesino que se ocupa de la poca ganadería de la finu00adca. Y más tarde vendrán Roddy Wagstaff, un modernillo que corteja a la angustiada Petra. Y Benny Grace, quizá un colega de Adam Godley o el dios Pan, que junto a otras deidades es uno de los personajes de esta luminosa y numinosa historia sobre los mortales; y sobre la dolou00adrosa inmortalidad de los dioses, que interfieren en las viu00addas de los hombres sólo para intentar experimentar esa mortalidad que anhelan. Porque las últimas ecuaciones de Adam Godley constituyen la combinación que abrió el «cerrado aposento del tiempo», la condición necesau00adria de esta literaria convivencia de dioses y hombres. «John Banville es un maestro, y su escritura un placer sensual sin interrupciones» (Martin Amis).