John Gray
Con su estilo característico, tan claro y lúcido como sugerente y provocador, John Gray señala hasta qué punto el concepto occidental de progreso y su visión lineal del tiempo y de la historia son deudores del cristianismo, por mucho que en los últimos siglos se los haya querido investir con el privilegio de lo racional, de lo cientificista. En otras palabras, las ideas que estructuran y dan sentido a nuestras sociedades son una continuación de la estructura del pensamiento religioso. Entonces, lejos de vivir una época en donde las ideologías ya no determinan nuestra existencia, es posible que nos encontremos bajo su dominio como nunca antes en la historia de la humanidad.