Miguel Tapia
En una ciudad del noroeste mexicano, región donde el narcotráfico hace su imperio desde hace décadas, Joaquín, un joven de origen humilde, busca abrirse camino trabajando como alberquero (limpiador de albercas/piscinas) para una pequeña empresa local especializada. El trabajo cotidiano le da a Joaquín la ocasión de ver de cerca la forma de vida de familias cuya fortuna, no pocas veces, proviene de negocios ilícitos. Joaquín es testigo de las grandes diferencias que separan a estas familias de la suya, a la que vez debe lidiar con algunas extravagancias y abusos. Esta experiencia le da una visión distinta a la que pueden tener sus amigos y vecinos, que suelen ver a algunas de estas personas, surgidas de medios desfavorecidos y ahora enriquecidas, como ejemplos a seguir. Joaquín intenta mantener un equilibrio entre sus necesidades inmediatas y su sentido de lo justo y lo correcto, pero el descubrimiento, en casa de uno de los clientes, de una chica hermosa, de carácter y extracción social parecidos a los suyos, le llevará a cruzar los límites que había logrado imponerse y a cuestionar su propio sistema de valores.